Las aguas pluviales y de escorrentía se tienen en cuenta cada vez más como recurso hídrico, ante la escasez de agua en muchos lugares del planeta. Como resultado, las aguas pluviales y la escorrentía urbana (agua que corre por las calles, por los parkings, etc) se está tratando de aprovechar en los últimos años.

Generalmente, los humedales construidos de flujo superficial se usan comúnmente para la recogida, depuración y aprovechamiento de aguas pluviales en todo el mundo. Estos humedales construidos diseñados para el tratamiento de aguas pluviales contienen típicamente una zona de agua de entrada abierta, una zona con plantas macrófitas (que suele ser la parte importante del sistema) y una zona de salida con aguas abiertas.

El tratamiento del agua se consigue mediante una combinación de procesos de sedimentación, filtración, adsorción y captura biológica de nutrientes por las plantas a través de diferentes secciones en el humedal construido. La vegetación juega un papel fundamental en el tratamiento, mediante las siguientes funciones:

•      Aporte de superficies para el establecimiento de las bacterias que depuran el agua pluvial
•      Transferencia de oxígeno a la columna de agua y a los sedimentos
•      Captación de nutrientes
•      Apoyo en el proceso microbiano de depuración
•      Alteración del flujo del agua, que mejora la retención de sedimentos